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1 99 al Sr. Nuncio, Obispo de Oren>e y Cardenal Borbon; pe- ro esto era, sin que se ·advirties·e en los escritores e' ta . generalidad, que desde dicha representacion se ha de– xado ver. Los Redactores; los· Concisos, los Diarios mer– cantiles han. Jlenado sus periódicos de artículos comuni– cados ' y en ellos han vertido toda su bilis ' y acri– monia, en multitud de sarcasmos, ·Sátii·as é insultos. El obispo mas· anciano, como el que cuenta menos edad, el !Ilas santo y zeloso, corno el que le es inferior, to– dos h~n salido al público. Genealogias, conexiones, épo– cas en que mitraron, todo se ha dado {1 Ja noticiá del vulgo; y no c:on decoro', sino con ·el ridkulo, con la desvergüenza ( 1) con impostura.¿ No es esto castigar nues-. tros e:.critores á /'os obispos que se han atrevido en fucr– z1 de su ministerio, á turbar la pacífica posesion y d de– recho exclusivo, que los periodisra3 y. algun otro escri– for se habían usurpado' de ser ellos los que debian ·ilus– trar Y, guiar la opinion pública ? A el ilustrísimo Santander se le arguye con el de– fecto de su adhesion á los franceses, únicamente por– que permanece enrnedio de ellos, y por sus sermones. Este era un elogio positivo á favor de aquellos Sres. obhpos que pospusieron todas sus comodidades, por no ver;e eomprometidos comra su patria y su religion. La Es– paña toda tiene la gloria de no contar entre su' pas– tores sino uno Ú otro afrancesado: ha vi;to co>1 edifi– cacion sim obispos errantes, de monte en monte, de gru– ta· en grn\a, de pueblo en pueblo, de provincia. ¡:n pro– vincia, atravesar toda la España enmedio de los calores y fríos, expuestos á la hambre y á la se él, rodeados ' de. peligros de adentro y fuera, por los malos españoles y fra nceses, siendo con esto exemplos prácticos, vivos á to'da su grei , cnseñandolei á perderlo todo, por no ser 1 ----------------------·---·- -- (1) Diar. mere. 24 de mayo.