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6 fu ertes; porque no se dexan llevar de las preocupaciones que degradan en su opinion á los demas hombres: se dicen Liberales, porque con facilidad renuncian á sus opi– nicrnes arrriguas y siguen ortas nuevas ele mayor iltistra– cion. Ellos se jactan ser superiores á todos los de su es– pecie: su patria es todo el mundo: su co:;npatricios todo¡¡ los hombres hasta los Otentotes y Cáfres; se apellidan y ti– tulan verdaderos Cosmo-politas. En toda la Europa son conocidos con los nombres de Iluminados, Materialistas, Ateos, Incrédulos, Liber– tinos, Franc-masones, Impíos. Sus docrinas contra los re– yes, autoridades y religion acreditan estos títulos: y sus obras los manifiestan á Jo ménos como unos fanáticos, unos misántropos enemigos de"toda sociedad. Mas imperioso es _para todos los hombres el amor á la religion , y á mucho mas se extiende que el -que ca.. da uno siente hacia'. su propio pais. Su~ ideas están im– presas en nuestras almas. aun. ánres de nacer: conforme los sentidos se perfeccionan, se van desenrollando y ha– ciendo cada vez· mas sensibles ms dulzuras, y el grande-ai– cendienre que siempre exerce. en nuestro curazon. Sin su infiuxo los pueblos se convertirian en grutas de fieras; y la reunion de lqs hombres no seria sino bandas de sal– vag.es que se congregarían solo para devorar. La re! igion es el mas fuerte vínculo de fa sociedad: las leyes que de esta emanan por aquella recibea su prin– cipal sancion. Et trono se sostiene por su virtud; en 11& observancia de los preceptos religiosos está vinculada la garantía mas segura de todo poder ; y en sus prome– sas se fü~an exclusivamente las dignas recompensas del ciudadano , los premios justos á su honradez , y todo quanto le puede consolar enmedio de !.os peligros que arrostra por conservar los intereses de su patria y de su celigion, que son una misma cosa coo los biene• de su particular propiedad. Por una fatal desg.raciac... mejor diré, por la manía ¡