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la idea, aconsejándonos que hablá– ra•nos con el señor Obispo Auxi– liar, doctor José María Lahiguera. Este bendijo y aprobó provisional– mente los estatutos por los que de– bía regirse esta Pía Unión . Pasados dos IT\CSes, el excelentí– simo y reverendísimo señor Patriar– ca tm·o a bien dar la aprobación oficial de las ~lisioneras Francisca– nas del Suburbio como Pía Unión Diocesana. He aquí ya dentro de la Iglesia a estos apóstoles del subur– bio dispuestas a entregarse en alma y vida al bien espiritual, moral y material de sus herrnanos pobres que viven en el extrarradio de las poblaciones. Doble es el fin del I nstituto: pri- mario y principal y secundario o específico. El primario y principal es la gloria de Dios y la santifica– ción propia. Secundario o especifi– co: evangelización de los pobres, en especial de los de los suburbios. Para la consecución del primero de estos fines se esfuerzas por lle– var una intensa vida espiritual de unión con Dios. A eso tienden los actos ae piedad establecidos en los estatutos, tales COil\O : meditación y oración mental, mañana y tarde; las visitas al Santísimo; el día de retiro mensual, los ejercicios anua– les, la lectura espiritual diaria; las exhortaciones y conferencias sema– nales, etc. Su vida es mixta : contemplativa F.o este apacible y tranquilo hogar, inundado de luz y paz, oran y trabajan las misioneras 64