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los actos de culto todos los domin– gos y dfas festivos, quedando libre el resto de la semana para la escue– la de niños. Actualmente, aun1entado consi– derablem.ente el barrio, el Ministe– rio de Educación y C iencia ha cons– truido unos magníficos locales esco– lares. ¡ Bien lo merece ~1 gran con– tingente de niños del barrio! Recientemente ha sido inaug-ura– da una Guardería Infantil, atPndi– da por Hermanas Franciscanas Mi– sioneras de María. Satisfacción no pequeña es para mí el haber proporcionado ocasión a estas virtuosas y activas misione– ras de ejercer tan provechoso apos– tolado en este barrio. ¿Se recuerda, Madre Petra, de aquella tarde en que me visitó usted en el barrio de Las Carol inas para pree-untarme si sabía de algt'm su– burbio en el que pudieran trabajar en favor de los pobres... ? Y vo les indiqué dos, el barrio de San Fran– cisco o de los Polvorines y el de Cw•vas i:le Manzana res... Hoy el barrio ha mejorado nota- 52 Elevada en lo alto del senci· llo edilicio, la vocinglera campana avisa a los morado· res del barrio que a dos pa• sos de su casa está la de Dios blemente en su aspecto material, gracias a .las activas gestiones del Padre Longinos Aparicio para con– seguir luz, agua corriente, medios de transporte, etc. e) Barrio de la Inmaculada (Cuevas de Manzanares). Henos aquí en e l suburbio más s uburbio tle cuantos be conocido. Una indicación del señor Párroco de Palomeras Altas, a quien el ba– rrio pertenecfa, para que visitara y atendiera en l.o posible a esta pobre geme, que vivía en míseras cuevas, me dio ocasión de conocer dicho barrio. Se halla s ituado en la mar– gen izquierda del do Manzanares, a tres ki 16metros de la carretera ge– neral de Andalucía y a 12 kilóme– tros de la ciudad. Se compone el barrio de unas 300 famil ias, proce– dentes en su m.ayoda de La Man cha, Extremadura y Andalucía. Es gente inculta, sencilla y abandona– da en rn.ateria relig-iosa. Vive por lo e-eneral en cuevas, abiertas en la falda de la montaña, que sirvieron