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- 55 - ría y José á N"azareth. Se queda con ellos hasta la edad de treinta anos, obedeciéndoles siempre. El Nifio Jesús deja á sus Padres durante tres dias, para enseñarme, q 11<' antes q tw todo debo obedecer ;\ Dios, clcj<tndolo todo, si es preci– so, ha;;ta lo que me es más queri– do, pani cumplir sus órdenes. Vuel– to .Jesús á Nazareth, sólo sabemos de El que <!Staba sujeto á i\la ría y á José, es decir, que les obedecía en todo, para cnsefia rme entonces cuán importante es la obediencia á los padres y sup«riorcs. quienes ocu– pan en la tíc•na el lugar de Dios. Escucharles es escuchar al Padre que está <'n los ciclos; despreciar su autoridad es menospreciar al Cria– dor. Los padres y superiores deben imitar la bondad del Padre Oeks– tial y nada mandar contrario á su volnntacl, á sus leyes, á las leyes de la Iglesia, á la justicia y á la razón. Cnéstn le mucho á. nuestra natu– raleza someter·e, mas, si un Dios se hizo nirlo ~· obedec!ó por treinta