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·14 - de sufrir más tarde los horrores de la pasión. Dios se compadece do la dobili– clad de los hombres, b~wiendo alter– nar en la Yida las penas y los p:o– ::os. Por lo mismo, pues, no han de engreinue 1 as prosperidades tomándolas por demasiado durade– ras, ni· los pesares abatirme exeesi– vamente como si todo csttHiera ya, perdido para mi, a.ntes d<>bo agi:a– decerlas como favores, porqne tales son respecto á mi salvación eterna y el Seiior me exige gratitud por las bondades con que á cada ins– tante me favorece. ¿Cómo pasar un <lía sin da.rlc gn1cias? Poro, ¿he cumplido siempre con este deber? ACTO DE AGRADECIMIENTO Señor, ¿qné haré para probarte mi gratitud? 'I'ú me has sacado de Ja nada, dotAndome de alma in– mortal, ele entendimiento y de un cuerpo animado. Todo cuanto po– seo me los has dado 'l'ú y todo me