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- 15 Jesús! me des f'11erza para triunfar de ellos. Tomo la rcsolueió11 de no ofenderte ma;;; y me ofrezco :í Tí, dispue:;to á sufrirlo todo antes que disgustarte. Qtúero servirte con to– da fidelidad en adPlante. Por tu amor ¡oh divino Xií10! amaré á mis prójimos como á mí mismo . ¡Oh poderosísimo Niño .Jesús! otra vez te suplico me asistas en esta cir– cunstanchL (nómbrese). Concédeme la gracia de poseerte eternamente con María y José, y de aclornrte con los santos An!!cks de la Corte celestial. Así sen. · EJEMPLO Hacía mas ele siete afios que la hij<1 de la hnronesa de N. sufría los mas horrorosos ataques epilép– ticos. Los médicos mas eminentes emplearon su ciencia sucesivamen– te dos aftos ca.da uno. y en vano multiplica,ban las mcdicinris y cam– biaban de tratamientos: los ataques cra11 cada día mas violentos, hasta

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