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- 31- MEDITACTÓ:X Gloria á Dios en las alturas y pa:r á los hombres de buena volu11tad, cantaron los ángeles en el portal de Belén, al anunciar el nacimiento de JestÍs. Jesús venía á este mun– do para darle la paz que no tellía. Paz, paz. y no había pa\. Esclavos del demonio los hombres, hacían la guerra á Dios nuestro Señor; aun el mismo pueblo elegido no le era Jiel en todo •momento; y un enemigo de Dios no puede tener paz y mucho menos co– municarla á los demás. Por esto Jesús, que había venido á dar la paz al mundo, había de acordarse de Jos pacífico•, amándolos con preferenda, si que. reís, á los demás hombres. Estos eran como cooperadores á su misión divina. Porque no basta tener paz en el alma, ser de limpio corazón; es preciso sembrar la