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-:it- iIEDITACIÓN JlionaventuracJo~ losflUG han hnmbr& y 1ed do ju~ ... licia; porqno elJos scr6n hartos. (SAi\ M.\Tl!0 1 V, 6), No basta para ser bienaventurado desear la justicia simplemente; es preciso amarla mucho: y no basta amar Ja JUSticia; es pre– ciso tener hambre y sed de ella. Ya lo diío Jesús: Bienaventurados los que han ham'bre y sed de;usticia; porque ellos serán hartos. Y ¿qué hambre es ésta qué sed, que Jc– sós exige para ser bienaveomradol En esto se conoce que uno tiene hambre: en que este tal discurre, trabaja, mendiga, pide para conseguir aquello de que tiene hambre y así saciarla. A diferencia del que está harto: éste ama el alimento, sí, pero no se incomoda para comerlo él cu aquel ins– tante.