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-14- •el Padre de todos. Manso es el que dócil ~ cmis inspiraciones y sencillo para atender· el.is, sin espíritu de soberbia y sin alardes, •me entrega su voluntad para no hacer sino •lo que vo Je inspiro. Y ¿qué tierra poseerán los mansos? Jesús de mi vida. • La tiera de los vivientes, la ciudad san· 11a fabricada por mi Padre celestial allá en •el cielo. Esta es la tierra de promisión, la •tierra que poseerán los mansos. 1La tierra del mundo no vale nada. Por cmuy hermosa que Ja supongas, al fiu es •tierra, y tierra que has de abandonar un día. •Bienaventurados los mansos; porque •ellos poseerán la tierra•. Il Y yo ¿qué hago para asemejarme al Di· vino modelo, para ser manso? La más pequeña adversidad me irrita: apartando mi vista de la tierra santa, qui. s1era ser feliz en este mundo, sin que nada turbara mi felicidad. Y viene la desgracia y me inquieto: qui· zás he pedido alguna vez explicaciones á mi Dios y mi Padre de por qué así me hiere y me hace llorar. La más iosignificame molestia de mis hermanos me exaspera. No sé sufrirles nada;