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fruto prdctico. Llevaré con pacien– cia la cruz que el Señor me mandare, sa– biendo que cruz es toda molestia, toda enfermedad, toda privación,&, u otra de tantas calamidades que nos suceden en la vida. ORACION iOh, J esús mío. cuán hueno sois, pues queréis darme el paraíso por tan pocos trabajos!. Si bien lo considero, veré que la cruz del pecado es mucho más pesada que la vuestra, que lleva al cielo. La ambición. la envidia, la ira, la ven– ganza ¡qué cruces más pesadas y ator– mentadoras!. Por el contrario, la cari– dad, 1?. templanza, la castidad, la pacien– cia, son cruces mas ligeras y dulces, y quien las abraza, alcanzará una dicha eterna. ¡Dios mío, descienda sobre mí vues– tra gracia. ron toda su unción y eficacia me forta lezca, y así fortalal ecido llevaré mi cruz resignadamente hasta la muerte. Amén. Oración final, pág. 7 ;30

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