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(Ahora se medita y se 1>ide la gracia que se desea obtener, por medio de esta novena.) Cinco Padrenuestros a las llagas de Jesús Nazareno. Fruto práctico. Más agrada a Dios el callar por su amor que el m11cho ha– blar para defenderse, aunque sea con pa– labras dulces. Se me hará fácil el prac– ticar esta máxima, si me acuerdo del silencio que guardó Jesús Nazareno cuando le calumniaban. ORACION ¡Oh pérfidos j udíos! ¿cómo osáis tratar así al Dios tres veces santo, al di– vino Nazareno, al Señor de todo lo criado? ¿Cómo osáis poner vuestras manos sa– crílegas en su sagrada persona? fl\as qué digo! Padre mío amorosísimol có– mo me atrevo a levantar mis ojos a Vos, después de tantas y tamañas ingratitudes y después de ofenderos en los instantes en que las luces de vuestra gracia me iluminaban ? No merezco vuestra mise– ricordia ! oh divino Jesús! pero me la han 11