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rnoradores de la corte bienaventurada? Pues tam bién nosotros queremos cantar, formando con ello coro. Dad participación especial ¡oh sagrada Virger de Unzizu! a los hijos de tu amado pueblo, a esto hijos de los cuales vivís hace muchos siglos. Y par que n uestro gozo sea completo, otorgadnos piados Ja gracia especial que pedimos en esta novena Amén. DIA OCTAVO MEDITACION sobre Ja coronación de la Virgen María Surrexit rex in occiusum eju. PUNTO PRIJ\1ERO Habiendo llenado la Virgen María las aspiracio nes del cielo y de la tierra, y cumplido todos Jos de signios del Altísimo, solamente Je restaba Ja entrad triunfal en Ja mansión de la felicidad eterna. Y lleg esa hora dichosa, y nuestra bendita Madre dejó est mundo, en el que había llorado nuestras desdichas, subió al Empíreo a reinar con su Divino Hijo po siempre jamás. Era la cr iatura predilecta, era la au gustísima Madre de Dios, y le pertenecía de derech el trono más encumbrado de la corte celestial. Habría se ido con su Divino Hijo el día de la Ascensión; per hacía falta en la tierra, y se quedó entre nosotros par dar aliento y comunicar fortaleza a cuantos entraba en la nueva Iglesia. ¿Hay algo de más eficacia para el sostenimiento de una obra que la presencia y las 3:

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