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t flaqueza, único campo en el que habéj:;; empleado odas los poderes que Dios os entregó. Nuestra con– ianza en Vos ¡oh Madre amantísima! es ilimitada, arque vuestra piedad para con el desgraciado no econoce límites. Con esa firmísima confianza nos nteresamos también cerca de Vos por el Romano . ontífice, Vicario de vuestro Hijo en la tierra; por ~ a Iglesia Católica, nuestra Madre; por los Misione– J s en países de infieles; por los agonizantes y afii- idos, y finalmente, por las almas del P urgatorio, ifspecialmente por las de nuestros interesados, y os l ;P.edimos con encarecimiento para unos la paz y el ~escanso, para otros la perseverancia y la buena r. uerte, y para todos la gloria eterna. Amén. NOTA. Todos los días se hace el ejercicio de la misma ma· ~ ra y con el mismo orden, empezando con el Acto de contrición l terminando con esa oración. DIA SEGUNDO (Todo como el día anterior) MEDITACION sobre la riqueza de la Virgen María Mecum sunt divitae et gloria PUNTO PRIMERO Hoy debemos considerar la riqueza inmensa que orrespondió a la sacratísima Virgen en la equitativa r~stribución que hizo Dios de sus inestimables tesoro~.