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60 pastoral que acaba de hacerla el dignísimo Sr. Obispo de Cuenca. Con solo onunciar su venida este celosísimo é in– fatigable Prelado, se conmovió extraordinariamente la po– blacioo. Vístense arcos de triunfo para festejar su er.trada; se adelantan hasta Ln Isabela individuos del clero, ayunta– miento y mayores contribuyentes , para acompañarle: los niños correo presurosos para salirle al encuentro. ¿Y qué diremos de su entrada en el pueblo? Bajo del primer arco triunfal recibieron al Prelado los señores del juzgado de primera instancia, el resto del ayuntamien– to y clero, é innumerables personas de todas cla es , y procesionalmente, segun costumbre, se dirigió al templo, cuya fachada se tenia decorada con un lindo y bo11ilo trasparente y una graciosa iluminacion. Visitado el San– tísimo Sacramento, se retiró S. E. l. Apesar de lo calmoso de la eslacioo y de celebrarse los divinos oficios en la ermita del Santo Rostro apareci– do en 1689, local muy estrecho para tao numeroso ve– cindario, no obstante la circunstancia de ser el cum– pleaños de S. E. l., celebró el santo sacrificio, tonsuró un párroco de los nuevamente nombrados , asistió des– pues y presidió la fuocion religiosa con que el clero par– roquial trató de solemnizar el día, y á las diez confirmó 280 entre párvulos y adultos. Al mediodía inspeccionaba por sf mismo el edificio y daba instrucciones para reedi– ficar la magnífica iglesia parroquial, incendiada en la úl– tima guerra civil. A las cinco de la tarde confirmó otras 240 personas. 6... Al dia siguiente, tras de la confirmacioo á vafftfs ' fo– rasteros y á los restantes del pueblo, se dignó aceptar y presidir el convite con que quiso obsequiarle el ayunta– miento, asislicndo tambien los señores juez, fiscal, eclesiás– ticos y olras muchas personas respetables. AIH el dignísi– mo Prelado nos animó con palabras de consuelo y espe– ranza sobre la reedificacion de nuestro incendiado templo, y á nombre del pueblo todo le repelimos que el vecindario se bailaba dispuesto á sacrificarse para conseguirlo. Peona– ge, obradas y cuanto pueda ser hecho por sus personas y por sus lobores, lodo se ofreció al venerable pastor que