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59 podeis aseguraros un éxito completo; podeis arr~jar .la semilla y dormir tranquilos; porque I~ cosecha e~ rn~ah­ ble y de resultados los mas satisfactorios. ¿Quere1s e1em– plos? Recordad las guerras que empezaron en Covadoo– ga y que continuaron por espacio de ocho sjglos con de– nuedo creciente con el mas· vivo entusiasmo. Bajo la en– seña relirriosa y' sublime de Santiago y cierra España, se alista~ durante setecientos años generaciones y mas generaciones del pueblo español; combaten valerosa.men– te por su religion, y vencen por fin á los sectarios de Mahoma. La idea grande que á la nacion impulsa para empeñarse en tan colosal empresa es la Religion. De esta iban poseídos los reyes, los obispos, los magnates, los guerreros, todo el pueblo. La influencia religiosa se os ofrecerá ea todas las fases de dicho período, dirigiéndolo y dominándolo todo. Quitad al sacerdocio del lado del guerrero, y vereis cómo el brazo de este se enerva y desfallece : separad á los obispos del consejo de Jos reyes; dejad que no se vea en la ciudad que ha de conquistarse la futura purificacion de una mezquita, la restauracioo de una catedral, el restablecimiento de la Religion, In liber– tad de los fieles que gimen bajo el yugo mahometano, y hallareis que los monarcas no acometen Ja guerra, ni piensan siquiera en ella. Ved aqoí por qué rodó por el suelo el formidable poder de la media luna: y si es que nos juzgais apasionados, oh( está lo historia; consultadla detenidamente, y abandonamos la decision á vuestra bue– na fé. · Si todavía quisiérais ejemplos menos remotos, indi– caremos no mas, por no hacernos pesados, la lucha de nuestros· padres á principios de este siglo. ¿Por qué se venció al gigante? ¿Por qué se levantó la España cual un solo hombre contra el poder colosal y fabuloso de Bo– naparte? Vosotrós lo sabeis como nosotros; porque el pueblo creyó que de lo contrario serian hechos pedazos nuestros altares, y destruidos nuestros templos, y abandonado el culto de su Dios. ~os ha sugerido estas reflexiones lo que hemos pre– senciado en la villa de Sacedon con motivo de la visita