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COMUNICADOS. eses seco--- t.º Coo motivo de la visita que el Illmo. Sr. Obispo de Cuenca ha hecho últimamente á Sacedon, nos remite un suscritor el escrito siguiente de fecha 13 del actual: El hombre menos reflexivo y observador ha podido notar en los pueblos la indiferencia con que por lo comun se oyen las doctrinas que no se apoyan en la religion: ora sean políticas, ora snan filosóficas las ideas que se trate de predicar á los pueblos, vemos que no encarnan, por decirlo asf, en su espíritu, si no estriban, si no tie– nen por base y punto de apoyo el sentimiento religioso. No se nos oculta que algunos hombres, y no de cortos alcances, estan muy alucinados en esta parte. Con para– logismos en periódicas publicaciones, y alguna vez hasta en los decretos oficiales, juzgan que han de crear un es– píritu público que no se alimente sino de goces é intere– ses materiales, que oiga con desfavorable prevencion las doctrinas religiosas y que no entrañe sino In indiferencia, la incredulidad y el escepticismo : ese monstrum horren– dum, ingens, podríamos decir con mas razoo aun que el célebre poeta de la antigüedad. Empero es fuerza decir– les que estan mu y ilusionados, y que conocen poco la so· ciedad en que viven. Los hechos hablan muy alto : ellos nos daa una idea exacta de las doctrinas que prenden fa– cilmente en el corazon y en la cabeza de los pueblos. Los hechos nos enseñan cuáles son sus sentimientos, que pu– diéramos llamar los resortes de su vida. Y sino contraigámonos á nuestra patria, prescindien– do de algun período de vértigo y de locura pasagera, pro– ducida Dios sabe cómo. Hablamos del estado normal y perseverante del puebl,o español. ¿En qué consiste que cuando le prometeis la felicidad y el bien á nombre de Ja libertad y de tales 6 cuales instituciones políticas, se mueve con esa lentitud y pesadez tan enfadosas para vos– otros? ¿Por qué se cruza de brazos tantas veces, se rie del