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56 Él extendió su mano bienhechora alzando á ese gigante, que derribó en mal hora con rudo impulso el fuego devorante: él al vuest1·0 adunó su santo celo, y el bienhadado instante sonó, que os deparaba el justo cielo. Alegraos; mas bello el sol alumbra tras noche pavorosa; y ese que hoy os deslumbra sacro aparato, ofrenda misteriosa, es el felice término anhelado que de amaranto y rosa , con faz risueña vuestra sien ha ornado. Penetrad en el templo sin rebozo ; y á la futura gente direis con noble gozo , que hasta el alba brillaba mas luciente. cuando el apóstol cariuoso y lierno preparaba esplendente, alcázar santo pa1·a el Rey Eterno. Penetrad en el templo; y la rodilla inclinad con pavura; ruede en vuestra megilla de amor y gratitud lilgrima pura; y vuestras almas hasta el cielo eleve esa voz de ventura que la sagrada vóbcda conmueve. Y ya que al Dios de cuanto el mundo encierra hubiéreis adorado, la erguida frente en tierra, blandos sones lanzad al viento alado; que este dia feliz en vuestra historia con viva luz grnbado, dia será de inmarcesible gloria . Sacedon 7 de Julio 1852.
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