BCPAM00455-1-19(1)000000

36 qne nos honrais? No permita el ciclo que juzgueis sea este el Jengnaje de la vann adulacion. Lejos de mi en todas parles, pero sobre lodo en esta San la Cátedra ; lejos de mi la lisouja, que tanto envilece ni que se la permite. Hemos mamado en Ja infancia la sinceridad con la sencillez. Desde muy niiios nos apasionamos fuertemente por la verdad. No desmentimos el ca rác– ter y el genio de nuestro pueblo, que jamás ha teni– do Ja nota de adulador. Es proverbial en nosotros el decir únic<imente lo que sen limos; y t<il vez llevamos esto hasta el extremo ele la rudeza. Pero no por .eso dejamos de ser agradecidos, ni nos avergonzaremos ele publicar los fa\•ores que se nos dispensan. Nunca confundiremos la vil ad•Jlacion con la honrosa grati– tucl. Pues bien. Sabemos, Ilustrísimo Seüor, que ba– beis tenido que ·beber ln copa de la amargura con mo- • tivo de esta obra : tal vez devorais aun algunos siu– sabores y disgustos; pero confiad, sí, coufiad en la justa Providencia del Altísimo. Y si algo valen para consolaros nuestro agradecimiento, nuestras simpatías y nuestros votos por vuestra ventura, por vuestro re– poso, y por vuestra gloria, sabed, Ilustrísimo Seiior, qne reinais en todos nuestros espiritns, y cine teneií; un trono en cada uno de nuestros corazones. ¡Ah! Del fondo de nuestros corazones y nuest1·os espíritus brota un sentimiento general de reconocimiento , de vene– racion y de gratitud: yo lo recojo con toda la efasion de que soy capaz , os lo pr.esento, y lo dejo á vues– tros piés. Doy aquí tambien con toda solemnidad en nombre del pueblo , doy las mas rendidas y cordiales gracias á las personas que tanto las merecen por la parte ac– til"a que han tomado en esta obrn. Lo pl'imero á S. M. nuestra graciosa y .bondadosa Reina, por Ja magnáni– ma generosidad con que nos otorgó lo que de su Real Patrimonio se necesitaba . Al ilustre Ayuntamiento, que para todo ha interpuesto su valimiento y autoridad. Al respetable Clero de la pal'l'oquia , cuya fi sonomia revela hoy el inefable gozo de sus almas al ver tau dignamente coronados sus esfuerzos. A la Junta, cuyo