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1 32 juga tantas lágrimas. Si, mis amados compatricios, teneis, gracias al Señor, un templo donde ya podeis tributarle con brillo, con esplendor y magoi6ceocia vuestros cultos. ¿Y no debereis á la vista de esle prodigio alabar y bendecir á Dios, legando á vuestra posteridad este dia, como el monumento mas glorioso para el pueblo? Pero no creais que sea este el único motivo para ello. Os he dicho que babia circunstancins especiales y realmente exll'aordinarias qoe adornan este edi6cio, dándole á nuestros ojos un valor imponderable. Vea– mos si ello es así. Cristianos, el lugar donde nacemos, la casa eo c1ue vimos la luz del mundo, por la vez primera, las paredes que fueron testigos del desarro . llo de nuestra naturaleza , el suelo que pisoteamos en el atolondramiento de nuestra niñez, el techo que nos cobijára en nuestros primeros aitos... todo esto, señores , lleva en i>os de si un atractivo para noso– tros irresistible. Sus recuerdos estan llenos de poesía y de encanto , meciéndose &rl ellos, por decirlo así, dulcemente nuestro espíritu. Si a esto se agrega el que esos sitios lo hayan sido tembien de nuestros pa– dres y nuestros abuelos, Loda\'Ía sube de punto nues– tro entusiasmo; y nos encariñamos con esos lugares, y nos ligamos á ellos tan fuertemente , que hasta de una manera insuperable, sin saber explicarnos el por qué , esas paredes nos arrastran hácia sí; y á su vis– ta, y á sa contacto, sentimos an placer que dulcifica las amarguras de nuestra existencia. Esto, católicos, es providencial: esta es la naturaleza humana : yo apelo á vosotros mismos: apelo á vuestros sentimien– tos, y tengo Ja certidumbre de que lo atestiguareis. Pues bien , señores , aquí teoeis otro motirn po– derosísimo para vuestro júbilo y para vuestra gratitud á Dios en este dia. Y si no, decidme: ¿dónde fuisteis reengendrados? ¿En qué logar recibisteis la blanquí– sima estola de la inocencia y la amistad del Sei1or? ¿En qué sitio visteis por primera \'ez Ja luz del mun– do espiritual? ¿No fué aquí, en esta misma Iglesia, donde i;ecihisteis la \'ida de \'Ueslras almas?... Vol ved