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' TEMA. Habébitis ... Ttrmc cliem in motmme11tum, et celebrábi– tis eatn solem11e11~ Domi110 fo ge11eratiot1ib11~ vestris cttllti sempiler110. Exoo. C. 12. V. 14. Señalareis este dia como un monumento; 11 le consa– grareis solemnemente a Dios. celebrándole vuestras gene– raciones con un cullo sempiterno. Afwy 1·espetable auditot•io: b ingratitud siempre ha sido anatematizada por el Criador y por Ja nalura)eza; por Dios y por el hom– bre; por el cielo y por la tierra. El ingrato se colo– ca en un terreno, don<le apenas so concibe cómo, ha podido sentar su pié. El ingrato , para serlo, es fuerza que se ponga en cootradiccion consigo mismo; en eontradiccion con todas las criaturas; y tarubieo con el Omnipotente , que las sacó de la nada. Para ser ingrato se necesita estar en ahierla rebelion con lo que nos rodea , predicándonos la santa obligacion y la suavísima necesidad del agradecimiento. Es pre– c~so para ser ingrato cerrar la puerta de nuestros 01dos á la voz divina, y reclrnzarla: es preciso ahogar en nuestros pechos uno de los mas bellos y mas no– bles afectos del humano corazoo: es preciso, por fin,