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17 nas de la recoleccion, no pudieron resistir al deseo de presenciar una ceremonia nunca vista ni por ellos ni por sus padres. Anunciado el principio de la ceremonia por las cam– panas, mas de cuarenta sacerdotes revestidos de blancas sobrepellices, entre armoniosos ecos de música esperan al Prelado á la puerta de su alojamiento: asi que salió de él, se dirige por medio de inmensa multitud de gente f11 nuevo templo, donde manda encender las doce velas n– zadas que babia sobre doce cruces pintadas en otras tan– tas columnas, y que representan el número de los Após– toles que llevaron la luz del Evangelio por toda la t ierra, y que son las piedras vivientes que sostienen el edificio espiritual del cielo. Practicada esta operacion, sale de la Iglesia y con él todos, á excepcion de un diácono vestido de alba y estola que interiormente cierra las puertas: dirígese á la tienda de campaña, y rezados los siete salmos penitenciales, vuelve á las puertas principales, donde arrodillado con el clero y el pueblo todo, invoca la asistencia de todos los Santos cantando las tetanias: despues bendice agua y saJ, hace una aspersion sobre sí mismo, sobre el clero y so– bre el pueblo; y luego da vuelta tres veces al rededor del edificio rociando las paredes y llamando, para que se le abran ias puertas; pero en vano repite súplicas y oracio– nes: la puerta permanece cerrada, basta que haciendo Ja señal d~ la cruz, clama coa tono imperioso y con él todo el clero: Ab1·id, abrid, abrt·d. Entonces el diácono descorre los cerrojos y deja paso al Pontífice y clerecia solamente, que postrados ea el centro de la nave princi– pal, entonan el Veni Creator, las letanías de los Santos y el Benedictus. Mientras tanto inscribe el Obispo con el extremo de su báculo en dos fajas de ceniza, que cruzan toda Ja Igle– sia en forma de aspa, los alfabetos griego y latino, en se– ñal de que la gracia de la Redencion á todos se extiende y á todos llama á su participacion. Acércase al altar y da principio á su consagracion c~n el cántico y rezo de muchas antífonas, salmos, ora– ciones, bendiciones y aspersorios: roela por dentro, como 2

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