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y == Mirad como los abrojos de la corona de espinas pasan sus sienes divinas | hasta salir por los ojos. Aquí á muerte sentenciado fué el Redentor de la vida: pues alma, dí enternecida á Jesús triste y llagado. ORACION LA CUAL REPETIRÁN TODOS. Bronce soy si no me muevo en este paso á llorar: pues quereis, mi Dios, pagar los pecados que yo debo. He sido terco, es constante; pero ya, Señor, espero, que sangre de tal Cordero | ablandará este diamante.
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