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39 »divino beneplácito.” (26) Santa era asimismo la de Judas. Macabeo ,: porque era guerra de Religion; y sin. embargo quando exhortaba á pelear A sus soldados les persuadia «que era «mejor morir en ella, que ver-los males del pueblo, y que si esta fuese la voluntad del Cielo y no la de conceder- les la victoria, debian conformarse con lo que asi dispusiese. (27) Esta humilde y debida sumision de nuestra voluntad 4. la de Dios le es tan agra- dable, que suele por este. medio otorgarnos lo que le pedimos Ú algun otro bien espiritual, y aun freqientemente lo uno y lo otro, dice el venerable Dionisio Rikel. (28) En todo caso, Se= ñor.,. sea de esto lo que fuere, ni se debe omi- tirla guerra en que nos hallamos, aunque seamos muchas veces vencidos en ella, ni se deben dexar de: hacer las públicas y comunes rogativas., mien- tras que esta dure, mi tampoco el darle á la divina Magestad Ins gracias que le son debidas, despues. que se digne-dar á las armas católicas las victo- rias que esperamos. ¡De- todo esto nos dan. un exen- plo raro las tribus de Israel, unidas contra la de Benjamin, como-en el sagrado libro de los Jue- ces se nos refiere: (29) Facil le es 4 V.. M. el: mandar que en todos sus dominios se hagan estas rogativas públicas, en- cargando á los lllmos. Srs. arzobispos, obispos y prelados eclesiásticos que en sus respectivos. terria 6) HL Reg. 15. 25. ) T Machab. + Alápide aquí. ) De vita et regimin, Princip. lib. 3. ALL 410 ) En los capit, 20 y 21.
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