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11 diluvio ; por ellos fué dividido. en dos partes el reyno de Israel, y así la una como-la otra fue- ron mas de una vez subyugadas por las naciones enemigas: y por ellos los quatro imperios mas principáles del orbe, el de los Caldeos., el de los Persas y Medos, el de los Griegos y el de los Ro- manos, mutua y sucesivamente se destruyeron, (1) La justicia de la virtud, dice el oráculo divino, opulenta y hace feliz á una macion, mas el peca- do hace infelices á los pueblos. (2) Este y no otro es el motivo porque asegura. el: Espíritu Santo, que los reynos pasarán de una familia, de una gente , Ó de una nacion á otra: (3) y se vió en Saul , en Roboan, en Acab,y en otros muchos xo las historias divinas y humanas nos refieren. or esto es importantísimo y aun indispensable que siendo tantas y tan enormes nuestras culpas ac» tuales, se trate eficaz y seriamentesde aplacar 4 la divina justicia con el modo y. por el medio mas conveniente para que los males que nos afli- gen, no pasen mas adelante. 1. Entre estos y sobre todos los demas nos contrista la actual guerra contra la Francia, no menos justa que necesaria para preservarnos de los incomparables daños. que. nos amenazan de la inau- dita impiedad y desmedido furor de esas gentes obcecadas. Las noticias que leemos en las gazetas y otros papeles públicos de las horrendas cruelda- des, sacrílegas profanmaciones y atentados excecra: (1) Ven. Dionis Cartus. de vita et regum Princip” lib. 3. art. 6. (2) Proverb' 14- 34» (3) Eccli. 10. 8.

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