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44 alabanzas, bendiciones , lHenos :todos de albo4 : soso , y jubilacion. Tan numerosos son los con= eursos , que se arman Soldados , que defien= dan su Persona, y eviten desordenes, y tu- multos. No era el aplauso. fanatismo del Po. pulacho 3 las Personas mas distinguidas , mas sabías , más eminentes eran las que mas se apresuraban a ver á- este Hombre singular, a este Varon admirable. Con solo verle:, y re» eibir su bendicion , se tiene cada qual por yen- turoso. El que logra una particula de su Abi- vo ,.6 Manto , la aprecia mas que un rico tesoro. Hasta los Hereges , los Judios le aman, y veneran , porque la virtud tiene cierta ma- gestad , y nobleza , que se hace apreciable a de aquellos mismos , que no la quieren prac= picar. . La voz pública de los Pueblos de Euro= palo canoniza antes que la voz de la Igle- sia. Ya viene el Santo, este: es el Santo , di= cen-4 una voz en todas partes las gentes , vien= do las excelentes virtudes , con que estaba adornado , y las maravillas frecuentes y asom= brosas , que obraba. Pero lo que mas espanta, es , que- hasta los Espiritus infernales; por bos ea de los Energumenos, se ven obligados 4 re= petir lo que el Endemoniado «de Cafarnaum: Scio:; quia sis Sanctus Dei. (26) Tanta .es la vene- (26) Marc, cap. 1, Yi 24.
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