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(VID) En efetto, fieles, si mirais a Jesus los ojos del espiritu, vereis la grande ña, que está encubierta debajo de la ig- inia de su Pasion. Vereis, que aque- espinas le forman la mas reflulgente co- a: que aquellas heridas son otras tantas guas eloquentisimas, que publican' el he- mo de su invicta fortaleza: que aquella gre derramada es la purpura mas precio- , que lo adorna: que aquella Cruz es el feo de sus ilustres viétorias, el trono real, mavit a ligno Deus, donde se obstenta con a la magestad, gloria, poder, y magni- ncia de Principe glorioso. Asunto digno de la solemne fiesta, que ebra esta fervorosa Confraternidad , no corn rimas, y suspiros, como las hijas de Je- lén; porque no conviene, expone San n, el llanto al triunfo, ni las lamenta- es a la victoria. Ístum sibi píanótum Domi- Jesus dedignatur impendi: quia uon decebat lus triumphum, nec lamenta viétoriam. Elo- E aclamaciones, aplausos, alabanzas, ben- iones corresponden a un Principe en el l, que se dexa vér por las Calles, y Pla- sen-publico , y solemne triunfo, derraman- do Ecclesia | in Hyma, Domin. Pas. Ser. 10. Pasion.