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(59) ARTÍCULO SEGUNDO pr ra DE LáA TERCERA PARTE. Terminantemente dice San Pablo de Jesu- Christo , que proposito sibi gaudium , sustinuit Cru- cem. Aunque los Evangelistas hablen_de sus tristesas agonias y tedios antes de tomarla, es certísimo , que aquel desiderio desideravi, aquel sitio y Otras ex- presiones del Señor convencen, que padeció con alegria. Todo se concilia con la doctrina que en- seña , reunidas en su Santísima Alma la suma pena y el sumo gozo, union admirable, en que ni hay tiempo ni necesidad de instruiros. Enlace que si ibant gaudentes á conspectu consilii, y se realizó en los mártires en aquellos tormentos, á que corrían quasi ad'epulas invitati,-se-observó igualmente en Verónica sin equivocación, sin duda. Exercitada en tan duros combates, macerada con tales penitencias , rodeada de tales angustias, dolores, sequedades , fatigas y demas que forma- como tranquilo su.corazon: su semblante tan igual, ciasbilarem datorem diligit «Deus, ello fué,- que A desabrida; por el contrario, su rostro inspiraba Hz. - se verificó en los Apóstoles, de quienes leemos , ron su cruz, conservó su rostro” tan placentero, como alegre su alma. Impresa en ella esta senten- nadie Ía vió triste, adusta , cabizbaxa, macilenta,