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( 32) - lo abundante de sus frutos ; tal ella á la copia de ' j Ñ A e ) ! tantos y tan raros favores : su corazon y-sus labio i Se respiraban sin equivocación .estos “ecos mibiter ' - - a sentiebam. En los cincuenta años que vivió Capus china su estudio era tenaz en ocuitar sus rarezas; dd en confundi: te con el comun: ¡con que instancia y ternura no' pedía á Jesus, que todo quanto por su bondad la-distinguiese, lo hiciese en lo oculta de su 2orazon! ¡Con que freqúencia y energia se | acusava y ponderaba sus defectos en los capítulos! En tiempo de públicas calamidades este era su estilo :>yo soy la causa , mis pecados traen estos castigos , soy el' Jonas, mittete me in mari. Si quando tratan de reelegirla tercera vez en Abadesa, ema €l dedo de Dios cambia la voluntad de las mon= jas, y no solo la separan del oficio, sino que | por mas que el Presidente de la eleccion insta; | que en ella recaygan los votos, “ellas la llaman hypócrita, visionaria, soberbia , intrigante; lo ofe a serena , y Vuelta á su comunidad con rostro risue- ño , les dice: gracias os doy porque, aunque tarde, me vais conociendo , ni vuestra compañía merezco, huid de mí, quía mulier peccatrix sum. Mi Los Ángeles textifican lo contrario. Despues dé este suceso le' acompañan visiblemente en el ys coro y en oficinas: las Religiosas oyen , que ahora le llaman hermana, Shora amiga , compañera, Sc, : Mas esto nada es para quién sabe, que el mismo Jesu Christo , acompañándola á rezar los maytines mm pao a

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