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(60) do descendiendo de los Cielos., se hizo hombre en semejanza de Carne de peca- do en el inmaculado vientre de una Vir. gen. Mas abatido que-en-el Pesebre , don. de reclinado en unas pajas, le cercan anís males. Mas humilde que en su niñez, que en su predicacion, que en su muerte. En todos estos pasos de su vida , es certisimo lo que dice San Pablo, humiliawit scme- tipsum y pero en todos ellos conservó cier- to ayre de soberania y grandeza ,de cir- cunspeccion y superioridad , que publica ba su gloria como gloria: del Unigenito del Padre. Pero en esta vida que lleba en nuestros Templos , es tan extremada su hom'ldad , que nos hace como olvidar la que tubo en aquella. Nada de grandeza, nada de soberania , mada de su magestad y gloria se descubre” aquí. Todo lo ocul- ta, lo» esconde. todo; baxo: el velo de los accidentes ; pero nuestra fé que lo pene- era, que sabe que alli existe, que crée A lo mira venir 4 la mano de un hombre, per

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