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(48) rá convenceros esta verdad ¿ aparezcan so+ bre vosotros aquellas densas tinieblas que cubrieron la cumbre del Sinai ? 0 que se oiga el: medroso estallido de: las nubes al despedir los rayos? ó que se vea con espavecimiento la terrible luz de los re- lampagos que despide la montaña en que hablaba Dios ? ¿ Aguardais que ocupe el recinto. de este Templo ' algun globo de magestad sensible , que impida 4 los Mi- nistros -y Sacerdotes :el exercicio de sus Sacras funciones? No: Lo que habeis oido; es suficiente es sobrado, para que confe- seis que Templo ,, distinguido por bendi: ,, ciones y ceremonias tan santas , desti- ,, hado á la celebracion de tan Santos Mys- ,, terios , marcado con la particular san- ,, tidad que le-dá la singular presencia de ¿, Jesu-Cristo“* nos manifiesta particularisi- mamente la santidad de Dios a quien se consagra , y la que exige de nosotros en su dedicacion: Santimonia in sanctifica- tione ejus. Si la santidad de Dios exparcida por to-