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44 ni las preciosas margaritas se arrojan al cerdo iamundo, Los Templos se llenan de perpetuos adoradores , y el Dios, de Sabaoth ve su viña colmada de suaves y dulcesfrutos. Sagrados vinculos del amor conyugal, ¿quien os estrechó sino la dulce fuerza de la palabra del Padre Diego , que supo ponderar vuestros mu- tuos deberes ? Clautros religiosos y penitentes de uno y otro sexó, ¿ quien os pobló de hombres útiles á la Religion y al Estado sino las Misio- nes del Padre Cadiz ? ¿Quien sino este nuevo Apostol hizo que se consagráran al Cordero de Dios esas hostias inmaculadas, que le sigueri con armoniosos himnos , arrastradas del olor de sus perfumes? Montañas y desiertos , dexadnos ver esos Anacoretas vestidos de cilicios , á quienes la yoz amenazadora del Padre Diego hizo abra- zar, vuestras asperezas. Preguntad, Señores , pre- guntad á toda clase de gente y de todos estados, y ellas os dirán con mas energía que yo , quanto pasó en sus corazones al oir á este incomparable Misionero. ¿Yo no se mas, sino..que en-su tiempo de un hombre escandaloso se formaba un David penitente , que dia y noche regaba su lecho con amargas lagrimas. De una muger profana una Magdalena exemplo de castidad donde habia si:
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