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4 : vaste al Justo , que nos edificaba con sus buenos exemplos ; que nos animaba á la virtud con la práctica de la suya ; que nos instruia en el Rey- no de Dios y su Justicia ; que nos iluminaba , in- flamaba y hacia Aborrecer el mal, y abrazar el bien con una fuerza irresistible ? ¡O extermina- dota del universo ! Tú echas por tierra el hermo- so Cedro, que adorna el Libano , del mismo mo- do que ifumillas y pisas con árido pie al mon- te y al collado, Mortales , no extrañeis mi dolor. No exis- te ya el que juzgabamos mas digno de la vida. ¡Murió el Christiano mas fiel á sus deberes: el Religioso mas observante de sus votos y rígido instituto : el Sacerdote mas edificante : el Misio- nero mas infatigable y zeloso : el Apostol de nuestros dias ; lo diré de una vez : murió el V. P. Fr. Diego Joseph de Cadiz. Ah! suspenda- monos un momento , para que se d:la:en las fi- bras de: nuestro angustiado CorazOn..... Murió , vuelvo á' repetir , “el nuevo Simon hijo de Onias, que prevaleció en amplificar la Ciudad de- Dios, la! Iglesia”; extendió su - Atrio; y mereció las: mayores alabanzas” por'la gracia de sus labios. Se extinguió la llama de aquel quese habia levantado como un fuego consumi-

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