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31 mios de la virtud , y el gozo que les espera en Sion. Se hacia todo para todos con el buen ani- mo de ganar á unosy otros para Jesu-Christo. Mas no penseis que su zelo era como el de aquellos hombres indiscretos, que dexando correr sus genialidades atropellan todo incon- veniente , irritando mas que logrando un santo exito en sus empresas. Fr. Diego estaba adornado de una suma delicadeza de talento; de un trato el mas fino,y de unos principios nada vulgares; y de aqui aquella blanda politica , Ó por decirlo*mas bien , aquella humildad tan dulce que se lleva- ba los corazones y atenciones de todos. Sabia muy bien que no era siempre tiempo de acome- ter con la espada á Jerico ; que era preciso estar:en silencio , tocar las trompetas y repetir hasta siete veces los circulos para que se caigan sus muros prostituidos , é idólatras. Sabia , digo, que al primer golpe no se hiere la dura piedra de Horeb ; que fue necesario volver á tocar el peñasco para que diera aguas refrigerantes. Esta prudencia pocas veces vista le hizo tan amable para todos, que los Obispos , los Magis- trados , las: Universidades , los Sábios de toda clase, los Seculares y Regulares , todos se ha- llaban conmovidos, y con una especie de entu- siasmo santo para oirle y verle. Quando les pre-
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