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22 La impiedad se honestaba “ton los especiosos nombres de crítica y discernimiento: y á este paso el vicio corría con una celeridad extraordinaria, y las pasiones hacian innumerables conquistas. Toda carne parecia haber corrompido sus ca- minos. Para contener el torrente de tantos males, y que todo lo arrasaba, era necesario , que la Providencia hiciera aparecer uno de aquellos ra- ros hombres , que ha suscitado de tiempo en tiempo , segun lo han exigido las circunstancias. Como un Isaias , que con lábio purificado anun- ciara á Jerusalen su ingratitud , y reprehendiera el orgullo de Babilonia ; los castigos de aquella, y la humillacion de esta. Como un Jeremías, que con palabras penetrantes , 4 manera de sae- tas , vaticinara á los hijos de Israel las futuras cautividades por sus idolatrías y prevaricaciones. Como un Ezequiel, que con estilo remontado y fino entre misteriosos enigmas , echara en ca- ra las abominaciones de los hijos de Dios. En fin, como un Fr. Diego de Cadiz , con todas las señales de- un' Profeta, de- un' verdadero Apostol , cuya Mision veremos acreditada con ob:as y palabras, segun estas expresiones de San Juan : Ego elegi vos y ES posui vos ut eatis , ES fructum afferatis.

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