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21 sobre tus hombros”; y'tus temores no nos pri: ven de los beneficios, que por ti esperamos, Los pueblos te aguardan : los pecadores te sus- piran para salir de su pecado; y la Iglesia Mi- litante se alegra por el nuevo honor, que de tu zelo se promete. No hay que temer, Señores: por mas que huya de si mismo : por mas que se esconda en las cabidades de.los montes de Ubrique, y quie- ra confundirse entre las sombras de aquellos Claustros penitentes ; la Gracia le hará salir co- mo siervo -alegre;la Gracia , que le ha elegido para el Apostolado, no dexará pasar mucho tiempo sin que le dé una voz fuerte : le presen- te su ministerio y sus deberes ¿ y entonces del mismo modo que nos ha manifestado su elec- cion , nos hará ver acreditada su Mision. PROPOSICION 2.* E; Siglo diez y ocho: se habia entregado á los delirios de una cierta Filosofia, quemas corrom- pia las costumbres , que ilustraba los entendi- mientos. Baxo el pretexto de un huevo modo dé pensar corrían opiniones seductoras y subersivas,

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