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(30) de la materia para mí, no me ban dexado un rato líbre , para recapacitar en el asunto : revestido entonces el Venerable Gonzalez de aquel zelo, y santa libertad , que le acoma pañaban: y bien, le dixo, ¿qué me quiere decir con eso? ¿Es acaso Vd quien lo ba de hacer? ¡ Donde está la confianza tan recomen- dada de Jesutbristo á sus Apostoles , quando les dixo: non estis vos, quí loquimini? A cuyas razones baxando su cabeza el humil. dísimo Fray Diego, se fué a] Púlpito y pre= dicó sobre la usura, quanto se ha escrito de ella , y aún lo que to. se ba escrito Y es ver: dad: como despues lleno de asombro decla: 1Ó el mismo Padre Gonzalez. Bien lo sabía éste, quando sin conocer al Siervo de Dios, -ni haberlo comunicado; á la primera vista-lo mandó á la Mision ,-4 que Dios le llamaba, y quando por sus rue» gos alcanzó del Señor la continuacion de su vida en aqueotla gravísima enfermedad, que tuvo. nuestro Venerable en Sevilla, en la que ciertamente estando decretada su muerte .con- siguió de su Magestad la revocación , Ó Ssug» pension. de su decreto, y acercandose á él estando próximo y consentido en morir , le hs , die