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(23) inferiores , á sus mas humildes compañeros, diciendoles con mucha gracia en la prime- ra jornada, quando iban á largas Misiones: wamos bermanos á bacer nuestro Capíwlo; el Padre Miguél sera el Guardian , el ber- mano Ignacio el Padre Vicario , y yo y el mu- lito los subditos. De aquí el confesarse y tenerse por el mas ignorante de los naci- dos, por el mas necio y perverso de los hombres , de modo,. que al ver tantos li- teratos , que iban a oir sus sermones , yo no sé, decía y 4 que vienen estos Señores á oir- me : tiemblo y temo , si vendrán á hacerme causa, y llevarme á la Inquisición por mi t01- tera. Yó no hablaré sino. desatinos y dispara- tes; (dixo en Valencia á sus compañeros, quando iba á dar principio 4 la Mision) y nos echarán á pedradas de este Pu:blo. ¡Que prodigio: de: humildad! Predico el Siervo de Dios en Málaga aquel tan maravilloso Sermon de Dogmas á presencia del Dustrísimo Cabildo , de lo mas sabio y lucido del Pueblo, Eclesiásti- eos y Regulares, com multitud de Protes- tantes atrabidos por la novedad del asunto: guiso poner el tema, que llevaba prepara- do,