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(To) dre á una Sierva suya el dia antes de -su muerte, era ya tiempo de-que fuesen pre- miados los trabajos sufridos por su gloria, y salvacion de las almas. Murió para pasar de esta vida miserable á la Beatirud dichosa , y de la tierra al Cielo , como no sin grave fundamento que expondremos, nuestra pie- dad lo juzga. Murio porque él mismo alcan. zó de Dios se lo llevase consigo , y quitase de este mundo , por no ver las calamidades , las desgracias y azote del Cielo , que iluminado de Dios preveia habian de caer sobre noso= tros sus muy amados, por nuestras culpas: males que ya comenzamos á sentir, mos lle- nan de pavor, y que dias hace tienen afli- gida á la Iglesia nuestra Madre. Murió, por- que Dios queria castigarnos, y-él.era el que podia aplacar su divina justicia , y librarnos de tantos males. Murió en fin, porque no eramos dignos de que viviese entre.nosotros un alma tan bendita, tan humilde, tan pu- ra, tán inocente, tan sabia, tan justa, tan benefica, tan generosa, tan magnanima y tan agadable á Dios; antes bien lo desmes recian nuestros pecados, nuestros. desorde- nes, como reveló Jesuehristo y su dulcísima Ma«