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EN 44 WY los Guelfos , y Gibelinos ; (*) dá á Dios , lo que es de Dios y y al Cesar lo que es del Cesar : ¿Quién lo escuchaba en. estas ocasiones; y no quedaba estremecido ? Alí ¡parecia ojrse aque- lla voz formidable, que troncha los «cedros del' Libano 5 que ex- tremece el desierto de Cades; que todo lo conmueve, quando trans- formado en incendios, dice : Derogar á la Iglesia de sus legiti= mos gages , es un Sacrilegio; y usurpar , ó degradar á el Principe en sus regalias , es un crimen detestable: ¿Pero se calumniará con placer el entusiasmo Gotico , y se celebrará con aplauso el de la Filosofia dominante ? Alí, en una pala= bra, los que no se hallan contagiados con el ayre filosofico, exclaman como los de Listria , á'el oir á San Pablo, y á Ber- nabé: Dij similes facti hominibus , descenderunt ad nos. (23) Permitidme este mismo lenguage , quando expongo el abrasado zelo del P. Cadiz ; no es inoportuno pues está escris to: Si separares la precioso, de. lo vil, tendras la boca de la Diviniz dad, (24) Esta , parece, hablaba por nuestro ardiente Misio- nero , quando trataba de aquellos objetos que tenian cone- xion inmediata con el honor Divino : entonces ¿ aquel, como pequeño arroyuelo .crece qual torrente impetuoso , y apare= cia salir de la esfera de lo.bumano , semejante á : los Espíri= tus 4 quienes su Criador hace fuego deborante ;.todo:su-aspec= to ,'se podía .retratar por lo que vió el Profeta: Aspectus :: aspectus lampadarum. (25) Obstacules , él los vence : peligros, el los desprecia : muerte , él no la teme : por:todo diré del P, Cadiz. lo que de San Pablo.el Crisostomo , comparandolo sOR el grande Elias : Erat in hoc mentis ajfectu , ¡pso igne vez hementiors: (16) Era mas impetuoso , y vehemente que el fuego mismo, quando hablaba :::. No he dicho bien; quando tronaba , Sobre los Incrédulos ; sobre los Filosofos , Y Libertinos :: ¿Pero que voz turbulenta digo en este instante que interrumpe mi dis- cura —————_—— o a (*) Guelfos era un partido que estaba por los Papas, y los Gibelinos que eran del partido del Emperador. ocasiona- ron «muchos disturbios enla Italia , en. tiempo. de Gregorio IX y del Emperador Federico.