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ES 41 Onias : presencia respetable ; venerable rostro , lleno de gra» vedad y de atractivo: vergonzoso en su vista; modesto en todo su exterior; en su lenguage limpio ; culto; cortesano : Eloguio decorum.—L+7) Su-voz era robusta y varonil ; suave ; fexi- ble ; penetrante y llena de virtud , para producir los efectos maravillosos que todos admiraban , segun la diversidad de asuntos que proponia : su espíritu era grande ; intrepido; ge- neroso, capaz de emprenderlo todo; de sufrirlo todo ; de ven- cerlo todo por la gloria de Dios. Adornado de semejantes dis- posiciones , se someteá la voz que le intima , salga á buscar pecadores , y declarar á el Infierno una sangrienta guerra ; dirige tus pasos bácia el Egipto, y libra del cautiverio á tus Hermanos. Inutilmente opone , como el Xefe de los Hebreos, su incapacidad para tan gloriosa empresa , quando oye aquel mandato ; pero acordandose de lo que le prometió el Cielo, de darle lengua y sabiduría , á que no podrian resistir y se lanza en las disposiciones de la Providencia Divina, la que dá á comer , á este Profeta ,el mas estimable de los volumenes. La obediencia es en fin, quien extrahe del retiro donde se hallaba como escondido este Elias :: Elias he dicho , hombre incomparable ; sinembargo , no será dificil formar un para” lelo entre el perseguidor de los adoradores de Baal, y el per- seguidor de los que adoraban el Idolo de una Filosofia diabo- líca en su origen ; carnal en sus designios , y detestable en sus teorías seductoras. Revestido de la virtud del muy Alto, Zeuta es la primera campaña de este fogoso guerrero; yó quisiera númerar todos los combates que dá á el Infierno , pa- ra contar por ellos los triunfos con que se corona la Religion, y hacen á el P. Caamaño, (asi lo nombraban en aquellos tiempos) que su nombre cargado de justos elogios , se oyese con emula. cion en toda España : muy en breve se dá á conocer , que es destinado para anunciar la ciencia de la salud eterna; á pre- dicar Penitencia en remisión de los pecados, pues sus palabras eran flechas encendidas , y toda su Persona un fuego abrasador. (18) ¿Quién resistió 4 las Saetas de este Jonathas ? ¿Ni quan- do ellas retrocedieron sin fruto? Sagitta Jonatbe nunquam re- dijt retrorsum. (19) Presentemos algunos rasgos de su- zelo, Lle-