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EN 40 II la Escuela del Dulcisimo Jesus , y á lo que enseña. San Leon el Grande : Fiat refectio pauperis , abstinentia jejunantis : (12) Siempre en caminos y viages : ln itineribus sepe : cada jor- nada ¿ era una jornada para el sepulcro : 4 mortibus frecuen- ter. ¡Quanto frio por montañas heladas , y por laderas cu- biertas de nieve ! ¡Quanto frio ! dixe, y lo repito , por si po. deis graduar este formidable trabajo , yá considerado en si mismo , y yá experimentandolo un pobre Religioso , descal- zo , desnudo , y sin mas defensa que un Hábito yá muy viejo: In frigore , et nuditate: y para que brille mas su mérito con la narración de sus trabajos Apóstolicos , dirá con San Pa= blo : Semel lapidatus sum. (13) En efecto, el P. Cadiz se aproxima á un Pueblo , no de corto vecindario , y los muchachos reunidos en númerosa tro- pa , insultan , y apedrean á este Eliseo: pero el Oraculo del Evangelio , por cuya públicacion todo lo sufre , les dice, ex- tendiendo el manto : Aqui Hijos ; bechadlas aqui: ¡Oh David! ¡Oh Rey glorioso de Israel : ¿Fué tanta tu mansedumbre quando fuiste apedreado por Semey? Est , qui quera! , el ju- dicet. (14) El P. CADIZ recibe las Piedras , para con ellas for= mar la Diadema que corone sus trabajos. (15) Los habrá coronado , como piadosamente creemos , pues cumplió hasta la muerte , lo que varias veces me respondió, diciendole esta expresion : P. Diego , descanse V. P. algun po- co de tantas fatigas: ¡Descansar | en muriendome, veran como tiendo la Pierna. Si : los habrá coronado ; como las contradic- ciones que toleró por llenar su Ministerio. 61 debia sufrirlas , en efecto , por que un honor , un cré- dito , una gloria sin su contrapeso humillador , no se realza comunmente en los Justos sobre la tierra: para probar el Cielo sus virtudes , les dirige sus contratiempos : la tempestad , ea fio, viene conducida por los vientos de la calumnia ; su rabio- sa furia es tanto mas peligrosa y sensible , quanta ha sido ma- yor la destreza con que se ha dirigido. La fama del P. Cadiz, rapidamente dilatada por las Andalucias , imperiosamente se insinuaba sobre todos los Espíritus ; si su Sabiduría; si el don de anunciar la Divina palabra que á todos encantaba, con