BCCSEV000XVIII-c-1371-0500000

EN 36 w3 to, la gloria de Jesuchristo Salvador nuestro todos sus desig= nios : él no ignora, enseñado por el augusto Xefe de la Reli» gion , que el operario de la Viña Evangelica , es digno de su re- compensa : habia leido en San Pablo, que quien, siembra , y guien trilla trabaja con la esperanza del estipendio : si nosotros os franqueamos los bienes espirituales ; ¿nó mos dispensareis los temporales? (2 ) Convenio justo '; contrato sagrado , entre el Pueblo y los Ministros del culto , segun las maximas Após- tolicas; sinembargo el P. Cadiz , por un heroismo sobreadmi- rable , es un fielimitador del grande Apostol en sus generosas empresas : cosa alguna interesa del mundo , sino las Almas de los mortales : Non quero vestra ; sed vos. (3) Y si dice que sin recompensa alguna temporal anunciará el Evangelio , ne falta á lo que promete : sine sumptu ponam Evangelium. (4) Ministro generoso del Soberano Rey de los Siglos , siem- pre lo descubre escarpiado en un Suplicio , agonizante ; an- gustiado; sediento::: ¿Qué hará el P, Cadiz ? Qual otro Bana- yas penetrará intrepido por entre las Legiones enemigas , y á costa de peligros traerá del Algibe de Belen la apeteci- da agua , que unicamente puede refrigerar á su Principe en la sed que lo atormenta. Por semejantes empresas , cosa al- guna le escasea el mundo : élexperimenta lo que dice el Apos- tol : Magnus questus , Pietas cum suficientia : pero lexos de in= censar al idolo de la fortuna , lo quiebra , y lo despedaza : solo tomó del mundo los corazones para consagrarlos á el Ser Soberano á quien pertenecen: Non quero vestra Sc. Destinado por sus Superiores á Predicar en un Pueblo , el tiempo de una Quaresma , le encargan recoja la Limosna debida á su exer- cicio, y lleno de generosidad responde : ó he de predicar , ó be deser limosnero: ¿Qué es esto, mis Hermanos, sino honrar el Mi- nisterio con un heroico desinteres? Sine sumptu ponam Evan= gclium. Exáminad aquellas ocasiones donde se prueba el heroismo del corazon : ¡Qué oportunas para el P. Cadiz , si su Espíri- tu fuera el de un Giezi , y no el de un Eliseo ! ¡Qué favo- rables para los que corren tras los donecillos del Siro Naa- man ! Seguid á nuestro Venerable por Ecija , Sevilla, por Ca- diz::

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz