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ENS 35 al degiiello., almodo de los rebaños : era , ser entregados ú la muerte por Ffesuchristo Señor Nuestro; y siempre será, manifiesta la vida del Dulcísimo Jesus en la corruprible del que anuncia su gloria: Quien hubiere de subir á el monte, para evangelizar á Sion , debe antes subirá lo mas elevado de las virtudes ; Non westigijs corporalibus , 10d factís sublimio- ribus in bunc montem ascende. (1) Tal es el concepto , que forma San Ambrosio , del que dí rija su vozhácia Jerusalén , al modo de trompeta , para con ducir como en triunfo-una virtud fugitiva , y entronizarla 50= bre las ruinas del vicio: á/a Palabra de Dios , añade , no es el discurso quien le dá la energía , y si la virtud del que la ha- ce fructuosa : Tó planté , decia el Apostol , pero Dios ha sido quien ha becho fecunda la Semilla: ¿Pero San Pablo persuadien- do la practica de las virtudes , NÓ anunciaba lo que todos en el vian ? Esto es realmente un Apostol , y esto fué el P. Die- go de Cadiz : sus empresas Evangelicas sublimaron á las vir- tudes de su Sacerdocio » Y por todo , concluyó su carrera co- ronado de gloria. En sustaréas Apóstolicas fué admirado como un Varon verdaderamente celestial : su desinteres lo públicó : como un hombre qual si fuera de bronze: su resistencia incansa- ble , lo persuadió : como un Ministro que parecia todo fuego : ¿No fue semejante á un incendio por los ardores de.su zelo? Como un Príncipe esclarecido, en fin, digno de una memoria in: mortal, por los sucesos con que el Cielo recompensa sus fati- gas. ¡Qué digno es de nuestras lagrimas ua Ministro tan ¡n= signe | Plangite Ec. En efecto : quando he dicho que el P. Cadiz fué un homa bre Celestial , me creo exempto de las censuras , si se oye la voz general de toda nuestra España : la solida reputacion que en toda ella se adquirió , es el seguro garante del elogio que tributo á su memoria , la que siendo tan justamente Venera= ble , no podia menos de ser apoyada en un generoso desinte- res. En realidad de verdad : ¡Qué lexos estuvo de este bendi= to Sacerdote una Predicacion vena] ! ¡Que distante de su Es- píritu hacer un trafico del Ministerio , Ni jamas proponerse un objeto mercenario ! En el Cielo está su Corazon » Y Jesuchrisr 7 10, bares Lar aE