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98 los que pueden acreditarla digna de alabanza: La•,. aetlt emn in portis opera ej:1s. (a) Ni debe f,tltarle a su virtud el tcstirr.onio qne dió de ella su mari– do: Vir ejus et la11rlc,-i:it eam. (b) ¿Y qu:íl füé este? Aquella entera, y singular confianza que tenia en su justificado proceder; r.quella cstimacion que ha– cia de sns pruce1·tes dictamencs. en las cosas do– mesti~as > y aquel aprecio con que recibia sus ~on– sejos sien1pre acert:,dos, y jnicio~os. De a4111 s~ lealtad en comunicarle todos. sus asuntos ; de. aqn1 el darle 1Joticia de quanto hac-ia, ó intentaba exe• cutar ; }. de aqui. el cuidado de conferir con _s\l Alteza, y procurar sn dictamen en los negocios que se. le ofrecianl dmdole p;irte, y aviso de todo para crédito de su an:or, y de lo mucho que en ella confiaba ~ C 01ifidi( in ea cor viri sui. (e) Ni pen• seis que a. ello ninguna otra cosa le. inducia que sn amor ; pues la. repeticiou de casos que le evi– denciaron sus aciertos, le obligó a portarse de. es– te- modo , como po( igual motivo lo practicaron el famoso Cyro Emperador de los Persas , con la Emperatriz Aspasia; el Emper.:idor Trujano con Pompeya Plotlua su muger, y con la Reina Se– ,:¡::¡irami~. el R_ey Menon m marido. (d) No, no hu– "iera s1d? Pilatos tan. arroJado si hu, iese seguido el conseJo de Procula su muger , que si enuc es– tas huvo u1:a Eva que aconsejó mal, u.,a Dalil:i que persuadió con c.:ng:iüo, ) un., Jez:ib~l q11t pro~ cedió con malicia, no faltaron eut~e Ls 1111s.1,as las Deboras, las ~aras, ~i las Rebecas que aconsejen, -yá á sus mandos, ya. a sus domesticos , y yá 4 to- a Pro\•crb. 3 1. 3 t. b _lli•~· v.-i8. ~ lbid.v, 11 , J .¡\)3p1de 1n cap,,:i,6.v.,:i, 1 ,Eccli.