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S)3 fraudulent_a lisonj:i tai vez intentaban engreirb. T t!– nialos 'moi bien guarnecidos con las e~pioas del dis– gm:to , de la displisencia , y de la correccion, pa– ra impedir llegase a ellos el éco de la lengua adu– ladora , y susurrona. (a) PediJ a D ios con el Rey D avid , libertase su alma de los. labios iniqnos por su falacia , y de la lergua dolosa , sedectiva, y calumniadora: (b) y her.a cHgo, que no peca menos el que oye con gusto , que quien habla la iniquidad, detesrnba toda convér~uion, en que por ser lisonjera peligrr,ba su humildad , 6 qeed:.ba la caridad ofendida si toci.ba en dctn.ctora. En sns labios estaba difundida la gracia , y por eso j:imás !e oyó en ellos la palabra picante, satírica, inho– nesta , rigsosa , engañadora, ni orgullosa ; su con– versacion fré siempre dulce, llena de benebolencia, y de agrado. (e) Su boca conservJba para todos Ja dulce n;iel de la caridad, y la suave leche de la bt!nig1,id::;d , y mansedumbre ; (d) de su lengua nunca faltó la ley de la clemencia, (e) y en nin– gun tiempo se Je advirtió el dolo , la impudencia, ni la repreensible loquaódad. (f) Sí , Seiíores , sn Alteza, cescosa de aquella pmeza de conciencia, que exige <.:e tcc!os tl santo temor de Dios para lle– gar á 1:.t. rerfecciún de la carid:?d , ponia un parti– cular cmdado de que st1s palabras r:o fuesen a Dios:, ni á les l1orr.bres ofensivas, (g) y de excfüar en ellas tcdo aquello que en los demás le era ~bor– r~ible, y detestable. T anto fué su esméro , q1 e parece pndo con verdad dar a Dios las grac:i&s al fin de su vida con el Eclesiastico , porque fa ha- via a Euli.'.l.8.':l8, ¡, Ps.1'. r 19-':l. e: l ~c.cl! .6.,. d Cant.. ¡., ,. ~ Proverb. 3 r.26. / P~al.14.1.=.Job.27.4, ¡; lJcol,. 3·, 3•