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·g_f; hablaré primero de· la Serenisima ~eñora lnfanta, l despues del Señor Infante nuestro hermano, § I. t Lo mucho que se havia divulgado la fama de la probada v:rtud d~ la Serenisitna Señora Infanta Doiía Maria Ana Victoria, haciendo que r esona– sen sus ecos hasta en la mas pequeña Aldea de -nuestra peoinsula E spañola , y el suave olor de sus buenos exemplos, q ue estaba por todas partes di– fundido, d16 lugar, a qu..: de. de l L1cgo ~ne V.S.I. :, noticioso de su muerte , pnso ti mi cuida.do el Ser– mon fúnebre , q11e debia predicarse en sus exequias, me propusiese por tema, para dar Ct.O"plimiento a sus deseos, aqnellas pll.. hras clel E~pLitl1 Santo en los Proverbios: la muge1 que teme a. Dios será alaba– da : M 1lier ti r.e,is D Jmi,mm ipsa I m1dabit11r : ( a) y con ellas h,,cer a todos rrar.-i esto el r, i:_, to de su exe1rplar conducta , 1..,.-.<iL :, do <' ·· l 6 e s F pie– dad<!s esenciales al santo ten. I' de Dos' q,·e son la f11g,1, y d·testacion cU [LC ada: 1',,.. i;, I)..,,~¡, .,x– r ellzt pee:ª'. 1:n: ~b) Th11or D on•ini o.iit mc.; m &·c. e) y la practica , o seqi:da dd bien de la 'l.., tm.i : Qui #met D Jwi1 faciet bona. (d) J. El santo temor de Dios, compendio de to– das las mas recomendables prendas de una S.::ñora virtuosa , Y que la hace digna de sus ri"ayores ala– banzas, mira con horror la culp:.i;; obli 6 a a detes- tar-

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