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51 doctisimo .Calmet con el P. Jacobo Tirino (a) ; y con todo se nos presenta en nuestro caso acabar con b reve enfermedad, y con muerte pronta á los que vimos caminar por las send;is rectas de la jus– ticia, y de la verdad. No lo estraño; porque indis– tintamente ya lo uno , ya lo otro suele acontecer tanto á los · buenos y virtuosos , como á los malos, y perversos ; pero esto mismo nos impéle á vene– rar la profuudidad d e los divinos juicios , que si se ocultan á nuestra compreension, no por eso de.xao de ser rectísimos, y justos. ll. ¿ Os admirai5 , Señores, al oírme l a velo– cidad conque un mortal accidente nos arrebató la vida de los Serenísimos Infantes? Pues s11spended> os suplico , vuestras .admiraciones, hasta tanto, que os pueda raferir , que ello ha sucedido en rrzui breve espacio de tiempo , y en todos de una propria enfermedad. 1. Por mas qne yo sienta congojar vuestros ani– mos, y que quiera no ser para vosotro~ un con– .solador tan molesto, como lo fueron para J ob sus tres amigos, quando en su mayor afliccion le visita– r un (b) ~ no puedo excusaros la que forzosamen– te ha de resultar al oirme decir, que dentro de un m15mo mes , y en menos días de los que ie com– ponen, han muerto los tres Señores Infantes Don Gabr!~l, Doña Maria A?a, y Don Carlos Josrf su hiJO, Tan breve ha sido el espacio de tic, ,po en qne todos tres han fallecido. Notadlo vosorros. El Domingo dia dos de Noviembre falleció la Se– renísima SC'i:ora Infanta. No bien se havia termina– do. aquella semana, quando el Domi,1go iumedia- G2 to 11 CalmH. et Tirin. in Pul 15. v. 4. b Jol>, 16. ~.
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