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50 merecedores de una muerte subitanea , y d.el fin mas desastrado , no parece tan estcaño ; pnes ya se sabe, que estos infelices, despues de haver pasado alegremente los dias de su vida entre la festiva mú– sica de sus carnales y mundanos plac:éres , en un b re\·isimo instante se les acaba todo , y dcciendcn al pnnto a los abismos (a) ; mas que esto propio suceda :í los que con nota de piedad han sc1bido disponer, que sus dins füeseu llenos de bondad con la honestidJd de sus acciones , con el arn•glo de su C0üducta , y con el buen orden de sus costum– bres ! ¡ O incompreensibilidad de los secretos del Altisimo ! Vemos que al ambicioso cruelisimo Jo– rfo : (b) al irnpío O cozfos : (e) al sacrikgo O zías : (d) al irreligioso Aza (e) , Reyes de Judá, se conce– den prolijos espacios de tiempo en sus mole,tas prolongadas enfermedades, tal vez para que busquen á Dios, qne misericordiosamente los ha herido , con el fin de que humillados reconozcan el poder de su omnipotente brazo , y se le rindan compungi– dos, y enmendados, segun aquello : Cwn occideret eos, q:w~nbc111t eu111 ¡/ J: d ~01gi1 Dios J los pcca– dorl'S ha ~ido motivo rara que ellos le buscasen.. Vemos que con este mismo intento s1.1ele embiar el Seííor prohj,as cnfermed:..dcs :í los justos y á los pectdoros ; a aquellos para que se adelanten en la perfecdon, Y á estos para que sin dilaciones se con– viertan. 'J'.'l.:i!tip!icatae sw·t i11firm1tates eor11111 : postea acceleraveruut (g): que a~i lo ophca, tat.lando de los pecadores el P. S. Agustín (b) ; y de los jmtos el dv - ------- ------ J b ,. 1 13 . b 'l.Parllip. 'll. q. e .,. Reg r 1 a .o.-· . -r ••• d,:i.Paralip,'16.iV,'ll, e -:z.~nralip 16. 11. f l',il. 17. H· g Psal.•1,. 4· 1, S. Aug. 111 Ps~I. 58. Ser,~. num. s.