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~84 huvi_escn de repetir~e en vosotros: tomad sí de ello motivo p~,ra inclinaros con su escarmier,to a vivir con rnas cuidado, con menos confianza de vuestr~ conocida fragilidad , y con esperanza mas firme c11 la bondad del Señor. Ved aqui como el P. S. Agus– tín nos enseña a que hablemos, y pensemos de este profündisimo arcáno, y el modo con que de– fiende la importancia de proponerse en Jos Pulpi– tos esta delicada doctrina, contra la oposicion que le hacian algunos, porque hablaba de ella en sus Sermones al Pueblo. ( a) Si deseamos ser de los pre– destinados , hagamos obras de predestinados , tema– mos a Dios , amemosle , y sirvamosle como si vi– viesemos seguros de nuestra predestinacion ; llegue– mos , y llamemos á las puertas de la divina mise– ricordia, b11sqnemos , y pidamos allí, que se nos conceda todo aquello qt1e se dá a los predestina– dos , con la segura esperanza, de que el Señor nun– ca falta á su 1:,romesa. Pidamos nuestra justificacion como Jeremías, (b) nuestra perseverancia como Da– vid, (e) y los eternos pr~mios como los Aposto– les. (d) Pongamos en el toda nuestra espcranLa., que ninguno h:i perecido de quantos en d han es– perado: desconfiemos s1 de nosotros mismos, sa– biendo que es maldito en las divinas letras el hom– bre que confia en ctro hombre, (e) repreendido el que fia de sí propio, (f) y reprobado el que 110 pone en Dios su confi.1nza; (g) como bl:!ndito el que en él espera. (b) Suya es nuestra vida, suyo el 4 s.Augu5t.ub.supr.num.6'l.= et cap.'l5.oum.38. o Jercm.31.18. e Ps:il.70. 18. J l\htb, 19. 'l7.et alibi. ~ Jcrcm. 17-s, f Provc:rb.12-.'l. I Sophon.3.'l. i Jcl'em,t¡.7. -

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